CASTRACIÓN Y DESGLANDULACIÓN

En muchas ocasiones nos encontramos con hurones castrados precozmente. Esta castración se lleva a cabo antes de que el hurón pueda haberse formado internamente. Es recomendable la castración cuando el animal es adulto habiendo adquirido su completa madurez sexual.
La castración nos da muchísimas ventajas; por ejemplo, en el caso de los machos puede llegar a eliminar el fuerte olor producido por un celo. También ayudará a la socialización con el resto de hurones y con nosotros, porque estará menos irritable.
Después de la castración dejará de marcar el territorio, ya que, cuando el hurón está en celo, se podría decir que sus normas de higiene y limpieza disminuyen haciendo sus necesidades en cualquier lugar y marcando el territorio con orín, etc.
Se ve claramente cuándo un macho está en celo porque sus testículos descenderán y el tamaño de estos aumentará notablemente.
Si el hurón tiene el color del pelaje un tanto claro, con el celo le amarilleará.
En el caso de las hembras, es importantísima la esterilización, puesto que un celo prolongado deriva en una fuerte anemia llegando a la debilidad total de la hurona, pudiendo causarle problemas graves, incluso llegando al punto de la muerte.
En el caso de las hembras se puede observar que han entrado en celo porque el tamaño de la vulva aumenta considerablemente.
La desglandulación es un tema con gran controversia.
Cierto es que los hurones tienen un olor característico, pero este no depende de sus glándulas perianales, sino de las glándulas situadas en toda la superficie de su piel.
Las glándulas perianales son una defensa para ellos y liberan una sustancia de olor intenso en ocasiones de estrés, irritabilidad, nerviosismo o enfado. Digamos, pues, que no es lo más común del día a día del hurón.
Y lo más importante es que los hurones tienen estas glándulas para la lubricación de las heces, por lo que una desglandulación podría traer consecuencias negativas a largo plazo mucho más que positivas para la salud del hurón.